1. Barrio de La Estación
Hablar de Haro es hablar de vino. Multitud de viñedos rodean la ciudad y bodegas vinícolas te reciben en cada entrada. Entra por el norte, por el sur, el este o el oeste, que nada más poner un pie en esta tierra ya podrás sentir el arrope del vino de Rioja.
Hacia el norte, dirección al pequeño y encantador pueblo de Briñas, encontramos el Barrio de La Estación, emblema de la ciudad de Haro por acoger la mayor concentración de bodegas centenarias del mundo y uno de los lugares imprescindibles que ver en Haro.
Para su construcción se tomó como eje central la antigua estación de ferrocarril, la cual, construida a mediados del siglo XIX, permitió la evolución del transporte (y por ende del comercio) del vino y conseguir un entorno único que hoy se conoce como el “Barrio de la Estación”.
Los protagonistas del enclave enológico son las bodegas centenarias, que han sabido conservar su parte más antigua y clásica para mezclarla con modernas construcciones arquitectónicas, además de la amalgama de métodos tradicionales y novedosos utilizados durante la elaboración de sus caldos.
Viaja en el tiempo adentrándote en el enclave único, lugar donde nace el vino de Rioja. Descubre su elaboración: comienza conociendo el proceso de vendimia o recogida de la uva en los viñedos, escucha y aprende cómo se fermenta la uva para pasar del mosto al vino, camina por el interior subterráneo de la bodega y respira la humedad de los calados donde duerme y se cría el vino en barricas y botellas durante meses, para terminar degustando el excelente resultado.
Puedes reservar una visita guiada a cualquiera de las bodegas, preferiblemente con antelación (sobre todo si tienes pensado ir en fin de semana). La visita suele incluir una cata didáctica y entretenida de, al menos, dos de sus vinos, que en ocasiones acompañan con algo para picar.
Si no lograras hacer la visita guiada a la bodega, una buena opción que siempre está disponible es acceder a la zona de wine bar de la bodega o bodegas que elijas y catar diferentes vinos en cada una de ellas. Una vez allí; pregunta, pide consejos y explicaciones, pues el personal que te sirva el vino estará siempre dispuesto a responder a tus dudas y por supuesto a guiarte en la cata de los vinos, de manera que conseguirás, así, elaborarte tu cata de vinos privada y personalizada y, además, habrás conocido varias bodegas del Barrio de La Estación.
2. Plaza de La Paz y Ayuntamiento
La Plaza de La Paz es, sin duda, uno de los lugares imprescindibles que ver en Haro. El elemento central de la plaza es su quiosco, que suele acoger conciertos y espectáculos. La plaza está rodeada de algunos de los bares más antiguos de la ciudad como “El Suizo” o “El Sol”, donde tomar algo en sus terrazas, sobre todo en verano, es toda una maravilla.
El Ayuntamiento de Haro, situado en la parte más alta de la Plaza de La Paz, se considera la obra civil más importante y mejor conservada de la ciudad. Construido en piedra de sillería durante el reinado de Carlos III, como indica la inscripción en la parte alta del edificio. En la fachada del edificio destacan los cuatro arcos de medio punto que forman los soportales y el acceso a la plaza, los cuatro ventanales que recuerdan a la forma de la botella de vino más común, y el remate con el escudo de la ciudad.
En este espacio se celebran numerosos eventos durante todo el año y sobre todo en días festivos, como degustaciones, ferias, conciertos, bailes, verbenas, el chupinazo y mucho más.
Hazte la típica foto frente al ayuntamiento con las barricas de las bodegas de Haro, para llevarte un bonito recuerdo de vuelta a casa.
3. De Pinchos por La Herradura
La ruta de La Herradura es una zona que ver en Haro que no debes perderte, pues se trata de la zona que más bares y restaurantes concentra. Comienza subiendo una de sus calles, pasa por la Plaza San Martín y baja la calle paralela para terminar el recorrido en forma de herradura. Pero por supuesto, haz paradas en los bares que más te gusten a degustar las mejores tapas y pinchos de la gastronomía riojana, siempre acompañados de un buen vino de Rioja.Dicen que es gracioso para la gente que viene de fuera, y en especial para los turistas internacionales, ver a los jarreros y a sus visitantes, bebiendo vino de Rioja y comiendo pinchos en la calle, incluso en días de invierno.
Los días más animados en La Herradura son los sábados a la hora del vermut y la cena, y los domingos al mediodía. Los jueves algunos bares hacen “pincho-pote”, una oferta por 1,50€ que incluye un pincho y una bebida básica (corto de cerveza, vino joven, mosto o similares) y con vino crianza, caña de cerveza, etc. la oferta suele ser 2,50€. Ahora además, el pincho-pote de los jueves se amplía hasta algunos bares en la calle La Ventilla, Avenida de La Rioja y el Parque Pintores, por si te apetece un plan alternativo en barrios más tranquilos.
En La Plaza San Martín, si tienes suerte, podrás disfrutar de música de charangas o conciertos (sobre todo en verano y en las fiestas patronales). El día que más gente verás en esta plaza es la noche anterior a la Batalla del Vino, ya que se trata del punto de reunión de todos los jarreros antes de emprender la subida a los Riscos de Bilibio para dar comienzo a esta tradicional y famosa festividad.
Los bares de La Herradura suelen abrir a las 12:30 por la mañana y cierran sobre las 16:00 de la tarde. Vuelven a abrir a las 19:00 para cerrar sobre las 00:00, pero los sábados no te alejes mucho, pues a partir de esa hora, La Herradura se transforma para ofrecer el mejor ambiente nocturno de la ciudad, ya que aquí se encuentran los bares de noche donde tomarte una copa después de cenar, sin que pare la fiesta.
Algunos de los pinchos que recomendamos y que no deberías dejar de probar son; pimientos rellenos (dulces o picantes para los más valientes), zapatillas de jamón, champiñones, embuchados de cordero o patatas bravas. Y si te quedas a comer, no te vayas sin degustar una buena menestra de verduras de La Rioja, siempre frescas y de temporada, o las chuletillas al sarmiento, probablemente el plato más típico de La Rioja. Lo demás ya es cosa tuya.
