Haro
«Ya estamos en Haro, que se ven las luces»
Gracias al vino, Haro desarrolló en el siglo XIX una estación de tren puntera y moderna para su época, una estación enológica y un banco de España, siendo todos ellos elementos habituales de grandes ciudades. Además de esto, consiguió ser la primera ciudad española con alumbrado eléctrico en la totalidad de su territorio. Por eso, los visitantes desde entonces exclaman: «¡Haro, Paris y Londres!».
Haro es sin duda uno de los puntos clave para entender la historia del vino. Denominada la Capital del Rioja por la gran variedad y calidad de vinos que se producen, la convierten en una parada obligatoria para los amantes del vino y la gastronomía.